El enojo, la ira , el resentimiento son reacciones normales cuando alguien nos hiere, rápidamente decimos “Esto es injusto”
muchas veces nos aferramos a nuestro enojo y buscamos venganza porque nos parece la mejor solución, cuando realmente no lo es.
Los extremos siempre han sido y será malos como tampoco reprimir el enojo. Si lo negamos o reprimimos nos vamos a sentir agotadas y amargadas, porque esos sentimientos no desaparecen estarán siempre ahí.
Debemos de aprender a reconocer y expresar nuestro enojo de una manera positiva, te comparto tres pasos
Pausa
Tomar aire, respirar profundo y permitir que esa energía que hierve en nosotros salga al exhalar, con esto te enfriaras tanto tu cuerpo y sobre todo tus emociones. Tomarte un descanso y alejarte de la situación que te provoca esta emoción.
formas para lograr una respuesta calmada
- Respira hondo cuenta hasta cinco exhala y relájate
- Sintoniza tu cuerpo y deliberadamente relaja las partes tensas
- Camina por el perímetro de la habitación liberando tensión
- Bebe un poco de agua
- Reclínate sobre el respaldo de la silla relajándote
Pensamiento
El enojo no tiene que ir en escala de furia, muchas veces somos expertas en echar leña al fuego, debemos de aprender a controlar lo que pensamos, ya que muchas veces formamos una película increíble en nuestra mentes antes de preguntar y escuchar razones. esto provocando ya ir a la situación con una espada desenvainada.
Es importante que podamos hablarnos a nosotras mismas con palabras que calmen nuestro pensamiento
El conocimiento y conciencia de uno mismo es una clave importante para el manejo de la ira porque nos permite monitorear la tensión y libérala de manera efectiva
Recuerda esto que es importante.
- Enojarme no hará que logre lo que deseo a largo plazo
- Concéntrate
- Piensa con claridad.
- Mantén actitud positiva.
- No eches culpa, busca soluciones
- Esta situación no merece un infarto
- No tengo que tomarlo en forma personal.
- Recuerda versículos que calmen ese enojo.
Oración
Cuando hablamos con Dios sobre nuestras heridas y enojo lo hacemos por nuestro bien.
Recuerda que el Señor ya conoce los secretos de nuestro corazón.
El enojo no se ira si repetimos una y otra vez lo que nos dolió, por el contrario esto sostendrá y alimentara nuestra ira. Y lo que hacemos es maquinar la venganza.
Hay una forma de eliminar con esto y se llama PERDON.
- El perdón implica renunciar a mi derecho de hacerte daño porque tu me lo hiciste a mi. Y esto es el sello de la Fe cristiana.
- El perdón no es que ayude al que nos hizo daño, sino a nosotras mismas.
- El perdón es clave para nuestra recuperación.
- El perdón requiere de la participación de Dios porque no es natural.
El perdón lleva unos pasos no es solamente decir te perdono.
- Admitir el dolor y el enojo
Debemos de ser sinceras, no vas a restarle importancia a lo sucedido, pero tampono vas a exagerarlo, con toda sinceridad mira si has tenido participación en el problema
- Conversar sobre ello
Si estas en una relación continua con alguien que te hirió es importante que hables sobre esta herida. Ser sincera y abierta.
Busca a alguien con quien puedes hablar de esta herida.
- Recuerda que el perdonar es importante para obtener la libertad
- Aceptar el perdón de los demás es importante
- Pídele a Dios que te de fuerzas para decidir otorgar el perdón a otros.
- El perdón es una decisión de voluntad, posiblemente sentirás aun resentimiento o enojo, es donde debemos pedirle a Dios que nos de fuerzas para perdonar.
- Deja el pasado atrás
Perdona es olvidar, esto es mentira.
No traigas al presente la herida, con intensión sino cuando recordemos digamos que hemos entregado esto a Dios.
- Ten paciencia
Los recuerdos dolorosos llevan tiempo en perder fuerza.
Recuerda que perdonar es hacerlo una y otra vez cuando vengan esos recuerdos.
La confianza se va ganando, es necesario buscar ayuda de un pastor, consejero.
(Referencia: La mujer herida de Dr. Stephens y Pam Vredevelt)
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