Todas hemos sido heridas


Karla fue abusada cuando era pequeña.
Michelle se entero que su esposo le fue infiel.

Sandra perdió a su hijo en un accidente.
Marta perdió a su madre de cáncer.

Todas tenemos heridas, algunas son mas profundas que otras, hay recientes y hay otras mas viejas, otras están ocultas y otras están a simple vista, al final todas tienen algo en común que son dolorosas.
No podemos ni debemos minimizar las heridas de las personas, ni compararlas, cada persona sufre diferente y reacciona distinta manera a cada herida.

Hay siete creencias que nos estanca para poder lograr sanar las heridas.

  • Negación, no estoy herida, eso no me lastima.
  • Vergüenza, no quiero hablar del daño.
  • Culpa, Dios me hizo esto, me lo merecía.
  • Identidad, yo no voy a poder salir de esto yo ya se vivir con esto.
  • Orgullo, no voy a buscar ayuda.
  • Desesperanza, nadie puede ayudarme.
  • Abandono, a nadie le importa.


Estas creencias no son nada saludables y muchas veces le damos mas importancia y poder de lo que debería de tener.

Tenemos que reconocer que las heridas no deben de debilitarte y menos destruirte.
Son oportunidades de realinear tus fuerzas, porque nos debería de obligar a recurrir a la Fuente de toda fuerza. 

Chicas No podemos cambiar el pasado lo que ha sucedido, el dolor, la tristeza , injusticia, crueldad, la decepción o tragedia, debemos de darnos cuenta que todo esto a quedado atrás.

Es como si te quebraras un hueso, no puedes hacer regresar el tiempo y remediar la situación, o ser mas precavida para no quebrarlo, al final debemos de aceptar que esta quebrado y buscar ayuda para sanarlo.

Así es con situaciones en la vida no podemos regresar el tiempo, pero debemos de reconocer que estamos viviendo en un presente y debemos de buscar sanar nuestras heridas y poder seguir adelante.

Hay una esperanza para toda mujer herida, Dios Sana, no debe de durar para siempre ese dolor, puedes tener una vida de paz y de gozo.


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