Hace unos años me diagnosticaron diabetes, una de las cosas que me pidieron que hiciera era bajar de peso, tenía que bajar aproximadamente 10 kilos.
Cuando iba a revisión siempre me miraba el doctor con cara de yo miraba esto imposible, me dieron una dieta y me inscribí a un gimnasio.
La primera semana que fui me pese y no había bajado ni un solo gramo, para mi era una decepción.
Mi padre me decía siempre ¡si otros pueden! ¿porque tú no? Y recordaba el versículo que todo lo puedo en Cristo, así que me deje de auto-compadecerme y decidí trabajar un día a la vez.
Sabes Quizás no estes luchando con algo como esto, sino con un curso para graduarte, un trabajo para alcanzar un ascenso, con un hijo que te quita el sueño, con un matrimonio que lo vez que va cuesta abajo, con tu forma de percibir la vida, con una enfermedad...
Estoy segura que tienes alguna meta, algún reto en tu vida que piensas es imposible lograrla.
Este versículo nos dice una gran verdad y nos anima que con la fuerza del SEÑOR puedes aplastar un ejercito ( David y Goliat) con mi Dios puedo escalar cualquier muro (triunfo de Israel en cada batalla)
Sabes puedes lograr lo que sea, con la fuerza del Señor, agarrada a su mano, confiada en que él está delante de ti luchando tu batalla, abriendo caminos, solo lo único que tienes que hacer es tener confianza, seguridad y sobretodo fe en su poder!
Hoy yo puedo decir que Dios me ha ayudado a regular mi diabetes, a vivir tranquila con mis niveles de azúcar y al fin el doctor no me hace ya esta cara, logré bajar de peso y estoy segura que Dios me ha ayudado, con la fuerza, el animo y el deseo de ser sana, doy gracias a Dios por mis piernas que me las dio para hacer esas caminatas y mantener mis niveles normales.
Te animo a que veas a tu alrededor, y veas todo lo que Dios te ha dado, te darás cuenta que él está a tu lado dándote las fuerzas para luchar tu batalla y salir victoriosa en El!!
No te rindas y aférrate a su fuerza
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