Adios a la envidia y celos

Desayuno para el alma

Maria no se sentía contenta. Acaba de comprar su coche nuevo pero al ver que su amiga compró uno del año, desea cambiarlo y busca una deuda para tener uno del año.

Siempre busca tener el atuendo perfecto, vive comparando lo que tiene con otras personas, su ropa, sus muebles, sus pertenencias y hasta su familia.

El problema de Maria era que nunca tenía paz.

Se pasaba comparando constantemente con otras personas, era una competencia, nunca ganaba ya que siempre pensaba que ellos tenían algo mejor.

Proverbios nos advierte contra caer en esta peligrosa trampa. Cuando nos comparamos con otro nos volvemos envidiosas y esta envidia llega a crecer como el Cáncer rápidamente y fuera de control.

Nunca encontraremos La Paz porque nunca estaremos satisfechas!

¿Que hacer, para no caer en los celos o envidia? Tener una actitud de agradecimiento, centrarnos en lo que tenemos y no en lo que no tenemos.

Busca satisfacer lo eterno que es lo valioso, acercándote más a Dios por medio de su palabra y la oración!

Así que te animo a que evalúes tu corazón y si existe la envidia en tu vida, pide perdón y enfócate en todo lo bueno que Dios te ha regalado!


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